viernes, 5 de diciembre de 2008


Amancio Ortega


Muchos no saben ponerle cara, pero la mayoría han sido sus clientes y han entrado en alguna de sus tiendas. Es el propietario de una de las compañías textiles más importantes del mundo, Zara. Pero a pesar de ello vive refugiado en la normalidad y obsesionado por el anonimato, y eso que cuenta con la mayor fortuna de España. Es un hombre corriente, enemigo de las excentridades y de la obstentación. Aunque también tiene sus pequeños grandes lujos, conseguidos con su propio sudor, como un avión de jeque árabe o un centro hípico en el último rincón del Finisterre.
Sus inicios humildes le llevaron a empezar a trabajar con 17 años en la Maja, una pequeña tienda. Más tarde, junto con su tío José Antonio Caramelo, decidió empezar a hacer batas para bebés.
La primera empresa la fundó a principios de los años 60. La empresa textil comenzó a progresar, y al no querer sólo ser vendedor, sino también fabricante y distribuidor, se creó la primera tienda Zara. El 15 de mayo de 1975 inaguró el primer Zara en La Coruña.
Amancio da nombre a los sueños de muchas personas. Todos hemos soñado alguna vez con triunfar o tener una gran fortuna. Pero para convertirnos en “Amancios” no sólo vale con soñar, hace falta un poquito de suerte, pero sobre todo capacidad de trabajo y de superación. Además de saber aprovechar las oportunidades.
Ayer vimos en el capítulo de Cuéntame, cómo Antonio Alcántara hablaba sobre la soledad del triunfador, cuando le abandonaba uno de sus socios. Estamos seguras que Amancio, en toda su trayectoria, habrá encontrado momentos de soledad. Pero no vamos a hablar de esto ahora lo dejamos para otra actualización.
En fin, ahora que conocéis a quien estáis comprando mucha de vuestra ropa, podéis hacer un pequeño truco. En vez de decir que os habéis comprado un vestido en Zara, podéis decir que habéis adquirido un vestido de Amancio Ortega. Da mucho más glamour, aunque no olvidemos que si Amancio siendo la persona más rica de España, es un hombre normal, hacernos los chulos por poner su nombre a un vestido, nos hace un tanto gilipoyas.

No hay comentarios: