lunes, 12 de enero de 2009

Las falsificaciones, un recurso en época de crisis.

Los productos de imitación, tienen la capacidad de convertirte en aquello que quieres ser y encima sin gastarte lo que te costaría si fuesen auténticos. Además, en momentos de crisis y en plena época navideña es tentador regalar replicas de objetos de las grandes marcas de moda. Las hay malas y buenas, incluso, algunas no las distinguiría ni el diseñador que las creó. Es el caso de Giorgio Armani, que quedó tan impresionado con un reloj de Armani que compró en Shanghai por 21 dólares que decidió fabricar relojes en China a un coste menor. Ahora el diseñador de moda italiano tiene previsto abrir 30 tiendas en este país para 2008. 'Era una copia idéntica' a un reloj que se vende por casi cinco veces el precio que él pagó, declaró Armani, de 69 años, a los medios en Hong Kong, donde terminó una gira de promoción en China. Además, Giorgio Armani, Prada, Cartier y otras marcas de lujo se están expandiendo en China, apostando por que las ventas de sus productos subirán como resultado del aumento de la riqueza en el país.
Las falsificaciones se están extendiendo en los últimos tiempos y sobre todo, gracias a todos los que no tenemos ni un duro para entrar en Loewe o Louis Viutton. Pero pensamos que esto es positivo para algunos, porque si eres estudiante como nosotras y te gastan 700 euros en un bolso de marca vas a hacer el “panoli” ya que toda la universidad va a dar por hecho que es de imitación. Así que en este caso, mejor acércate al mercadillo más cercano y consulta con el gitano.
Pero esto también ocurre en el sentido contrario. Si eres Ana Obregón, estas forrado, veraneas en Marbella o juegas a Padel no te preocupes. Vete también al mercadillo más cercano, que todo el mundo se va a pensar que tu bolso es super autentico, ¡Como no!En fin que dios da pan a quien no tiene dientes. Ya nos gustaría a nosotras que todos los bolsos que llevábamos de puro plástico, pareciesen comprados al mismísimo Valentino.

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